domingo, 27 de enero de 2013

Repensar el sistema de asistencia tecnica a los productores: Una necesidad urgente

Por Christian Marlin 

El estado ecuatoriano, las ONGs y la Cooperación Internacional han gastados cientos de millones en asistencia técnica, extensión rural y  capacitación para pequeños productores, pero en el campo son muy pocos los cambios visibles. La gran mayoría de los cultivos de banano, arroz, café, cacao, papa, cereales se siguen manejando de igual forma que hace 50 años, las vacas siguen produciendo sus 4 litros de leche por día mientras que los agricultores dicen estar cansados de recibir talleres de capacitación. Por otro lado la productividad de los países desarrollados se ha disparado y aún en los países vecinos como Perú y Colombia la productividad promedia se ha incrementado en un promedio de 50% en los 20 últimos años.

Sin embargo a la par de este estancamiento general, existe  también en todos los sectores fincas exitosas, las cuales  gracias a la incorporación de prácticas y tecnología innovadoras han conseguidos excelentes niveles de productividad que garantizan un margen de rentabilidad interesante. El desafío entonces es lograr masificar estos procesos innovadores, en especial hacía  los pequeños productores.

Desde mi punto de vista, el problema del bajo nivel de  adopción de la innovación por parte de los pequeños productores parte de los siguientes causas:

·        No son conscientes que existen nuevas tecnologías que  le puede ayudar a mejorar su productividad y sus condiciones de vida.
·        No tienen la capacidad financiera de enfrentar los riesgos que implica cualquier proceso de innovación que casi siempre necesita de una mayor inversión (Riesgo de fracasar por factores exógenos: accidentes climáticos, caída de precios, accidente/enfermedad del dueño de la finca). 
·         No están motivados para adoptar nueva tecnología e iniciar procesos de cambios.
·        No tienen a quien acudir para recibir asistencia técnica de forma entendible y acorde a su realidad.
·        No tienen los medios económicos para aplicar las recomendaciones de la asistencia técnica.

Esta problemática debe ser enfrentada de forma sistémica e integral  ya que no solo se puede asumir que se debe a la falta de capacidad y conocimiento de los agricultores sino también, y antes que todo,  a un problema de actitud y motivación de los mismos. En estas condiciones consideramos que el concepto de extensión rural ofrece respuestas adaptadas a la problemática que enfrentemos debido a que es: “Un proceso de intercambio de información y conocimientos para el desarrollo de las capacidades de innovación de los miembros de la comunidad rural”.

Frente a esta realidad debemos diseñar una política de extensión rural orientada a resolver los  5 grandes cuellos de botella antes planteados. Esta política debería incluir los siguientes componentes:

1)     Despertar el interés y la motivación  de los productores para incorporar innovaciones tecnológicas en sus sistemas de producción, promoviendo de forma masiva los intercambios entre de un lado: agricultores innovadores, agricultores pioneros,  investigadores,   y por otro lado  agricultores tradicionales, estancados pero con potencial de cambio. La innovación entra primero por los ojos, luego por los oídos y finalmente toca la puerta del  corazón, de la misma forma que nos enamoramos. Durante demasiado tiempo los servicios de extensión se han dirigido a  los cultivos  y se han olvidado que los agricultores antes de todo son seres humanos sensibles, con alma y corazón.

Ideas  de acciones por implementar:

·        Identificar fincas  innovadoras y exitosas mediante la organización de un concurso “La mejores fincas del país”.
·        Publicitar masivamente por TV, Radio y Prensa ejemplos de fincas  innovadoras y exitosas, transformándolas en “fincas de aprendizaje”.
·        Facilitar y fomentar visitas de una gran cantidad de agricultores tradicionales  hacia estas “fincas de aprendizaje”.
·        Fomentar viajes de intercambio, giras de captura tecnológica, a nivel internacional para  líderes innovadores quienes así conocerán y se motivarán para replicar y/o adaptar estas experiencias.
·        Promover ferias tecnológicas donde investigadores, agroindustrias, y agricultores puedan conocer e intercambiar sobre los avances de la tecnología.

2)     Ayudar a los agricultores a reducir los riesgos que se presentan cuando se pone en ejecución un proceso de  innovación. La adopción de prácticas innovadoras casi siempre implica la realización de mayores inversiones tanto en capital como en mano de obra lo que muchas veces implica un aumento del riesgo incurrido por el pequeño agricultor frente a fenómenos climáticos, evolución desfavorable del mercado y de los precios, o simplemente frente a un quiebre de salud o un accidente que afecta la capacidad de dueño de la finca.

Ideas  de acciones por implementar:

·        Impulsar la universalización del seguro agrícola y ganadero con mecanismos de subsidio de la prima por parte del Estado.
·        Generalización y mejora del seguro campesino, incluyendo seguro de accidente y servicio de reemplazamiento en caso de incapacidad de larga duración
·         Impulso a la agricultura por contrato donde el agricultor fija con un comprador las condiciones de comercialización (precio, cantidad, calidad, mecanismo de pago, etc..) antes de realizar la siembra.
·        Implementación de sistema de compra a futuro para productos “commodities” que permita al productor fijar el precio de venta a su conveniencia antes de realizar la cosecha

3)     Implementar un Servicio Nacional de Extensión que permita a todos los agricultores que lo desean contar con el acompañamiento de un técnico (o grupos de profesionales multidisciplinarios) que les guíe de forma permanente durante el ciclo de producción, en los procesos de adopción de las nuevas tecnologías disponibles. Este acompañamiento deberá ser integral, considerando no solamente el aspecto técnico-productivo, sino también el aspecto de post-cosecha, comercialización, acceso a los créditos, administrativo-contable, etc. De nuestra experiencia en campo hemos aprendido que un buen extensionista, debe ser  ante  todo un buen facilitador, con grandes calidades humanas, que tenga habilidades para  ganarse la confianza y la  amistad del agricultor  y no como muchas veces se ha pensado, solamente un   técnico experto en los procesos agroproductivos.

Este servicio de extensión financiado por el Estado será implementado por Empresas Locales de Servicio (asociativas o privadas) acreditadas por el MAGAP. El rol del Ministerio consistirá en capacitar y evaluar  estas operadoras en los aspectos metodológicos de la extensión rural para garantizar a los productores una calidad óptima de los servicios de extensión recibidos. El Servicio Nacional de Extensión Rural operará bajo un mecanismo de fondos concursables accesible a los productores organizados en grupos de 20 a 30. El objetivo de este programa es crear  en el país un mercado de “extensión rural”, donde operen de forma permanente actores privados que compitan entre si (costo/beneficio) en función a la demanda y satisfacción del servicio definida por  los propios agricultores.

Ideas  de acciones por implementar:

·        Creación del Fondo Nacional de Extensión Rural, como fondo concursable accesible a los agricultores organizados para co-financiar  procesos de transferencia de tecnología.
·        Capacitación gratuita del MAGAP a las operadoras calificadas por el Sistema Nacional de Extensión Rural en aspectos metodológicos (pedagogía e instrumentos de extensión rural) y técnicos (itinerarios técnicos validados, articulación con el sistema nacional de investigación agropecuario).
·        Desarrollo de un sistema de capacitación y evaluación online (@learning) obligatorio  para todos los extensionistas participantes al Sistema Nacional de Extensión Rural.


4)     Garantizar el acceso a fuentes de financiamiento ágiles y oportunas a los agricultores que se deciden en adoptar nuevas tecnologías. Sin la garantía de un sistema de financiamiento para la agricultura familiar, de poco o nada sirven los procesos de extensión rural ya que los agricultores motivados y capacitados correrían el riesgo de sentirse muy frustrado si no existe posibilidad de financiar las inversiones que casi siempre implica un proceso de innovación. Este sistema de financiamiento deberá ser articulado con los procesos de adquisición de los agro-insumos necesarios a la producción, con la extensión rural, con los mecanismos de seguros agrícolas y/o de precio, y con los mecanismos de comercialización de  la cosecha.

Ideas  de acciones por implementar:

·        Ampliación de la cobertura del Fideicomiso FICA (Fondo de Integración de Cadenas Agroproductivas), un fideicomiso  MAGAP/CFN que articula pequeños productores con  empresas ancla y un fideicomiso de crédito, para así para garantizar los 4 aspectos fundamentales de un ciclo de producción: Asistencia técnica, crédito con seguro agrícola, adquisición de agro-insumos y comercialización.
·        Reestructuración del BNF para poder atender de forma ágil y oportuna solicitudes de crédito inferiores a US$ 15,000 con garantía quirografarias.
·        Articulación de proyectos productivos con el Sistema Nacional de Finanzas Populares (Cooperativas de Ahorro y Créditos, Bancomunales, Cajas Rurales, etc.).
·        Consolidación del catastro desarrollado por SINAGAP/MAGAP que permita contar con una base de datos detalladas y actualizada de cada Unidad de Producción, con la finalidad de facilitar los procesos de análisis de crédito por parte del Sistema Financiero Nacional.

Conclusión:
Los cambios que requieren la agricultura ecuatoriana no se darán nunca si no están precedidos de un proceso de revalorización del oficio de agricultor. Los pequeños productores y en especial los jóvenes  deben empezar a “ENAMORARSE”  de experiencias exitosas y atractivas de algunos de sus pares para que  motiven en iniciar procesos de cambios y adopción de nuevas tecnologías. Este proceso de “enamoramiento” debería desembocar automáticamente en una demanda masiva por parte de los pequeños productores para un servicio de facilitación y acompañamiento permanente en este proceso de cambio. Es este camino  que llamamos “EXTENSION RURAL”. Pero para que este servicio de extensión dé los resultados esperados es indispensable que este acompañamiento de una política de crédito ágil y oportuno acompañado de mecanismos de seguro que protegen los agricultores frente las adversidades del clima y de los mercados.

1 comentario:

  1. Quiero destacar la revalorización del concepto-identidad agricultor/a, el estado debe realizar una campaña nacional de re-conceptualización del imaginario nacional respecto del campesino/a agricultor/a, ya que las nuevas generaciones, en el campo y la ciudad, se han formado viendo un agro empobrecido y marginado. Esto promueve la emigración y no genera condiciones para un retorno o la consolidación de las nuevas ruralidades.

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