viernes, 22 de marzo de 2013

Seguridad de mercado, un elemento vital para impulsar un desarrollo agrícola sostenible

Por Christian Marlin 

Una de las situaciones  más dramáticas que le puede tocar vivir a un pequeño productor es no poder vender lo que produjo con tantos costo y esfuerzo.

Periódicamente la prensa relata casos de pequeños productores desesperados que botan su leche al río, usan las papas para tapar los huecos de la carretera o que prefieren dejar que se pierda el café en el árbol antes que cosecharlo. Estas situaciones extremas que  se repiten periódicamente, no son nada más que  el reflejo de una situación de colapso de los mercados, provocado por sobre-producción o por derrumbamiento de los precios. En este preciso momento el precio de la papa en los mercados mayoristas no sobrepasa los 5 dólares el quintal cuando hace menos de 15 días bordeaba los 15 dólares. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: Estamos entrando en la época pico de cosecha, 6 meses después de las siembras masivas realizadas con las primeras lluvias, mientras que el consumo de papa de la población sigue constante.


En productos frescos (que no se pueden almacenar) cualquier situación de sobreoferta provoca un derrumbamiento inmediato de los precios, llevando a la quiebra a miles de productores que no tienen garantizado la comercialización de su cosecha, generalmente los más pequeños y más pobres, que no pueden controlar su ciclo de producción gracias al riego y tampoco se encuentran preparados para negociar con los compradores contratos a futuro donde se fijen los precios y las condiciones de ventas antes de planificar la siembra.

Antes de mejorar la productividad de sus cultivos, utilizando semillas certificadas o adquiriendo paquetes tecnológicos del alto rendimiento, el agricultor piensa primero en las condiciones de comercialización de su producción, y si este tema no esta mínimamente resuelto,  es  muy poco probable que el agricultor acepte correr riesgos utilizando sistemas de producción innovadores y de alto rendimiento. Por esta razón garantizar al productor la  compra de su producto en condiciones mínimas de seguridad debería ser el punto de partida de cualquier política agropecuaria.  Esto ya lo hizo Europa al salir de la segunda guerra mundial con la implementación  de la Política Agrícola Común (PAC), donde la principal medida consistió en garantizar precios de compra altos para los principales productos (cereales, leche, carne) y mecanismos de  intervención de los estados para absorver los excedentes (almacenamiento de los productos frescos o transformados: leche en polvo, carne congelada, etc). De igual forma la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, hace más de 80 años estableció como primer punto de negociación  con el Gobierno Colombiano la garantía de compra de todo el café producido por el gremio.  Es gracias a este primer acuerdo que luego se pudo  construir una política cafetalera  que logró posicionar el café de Colombia como el mejor café del mundo.

¿Que políticas puede implementar  el MAGAP para garantizar una comercialización justa a todos los pequeños productores? 

1) El punto de arranque para  el diseño de cualquier política agrícola debe ser la realización de diagnósticos y estudios que parten de una información confiable y actualizada sobre la situación de los mercados de los principales productos. Con esta perspectiva es indispensable que el MAGAP cuente con un departamento de inteligencia de mercado capaz de anticipar la evolución de la oferta y de la demanda tanto a nivel nacional como a nivel de los principales países con quienes nos toca competir. Estos análisis serán de una gran ayuda para los agricultores al momento de elegir los cultivos y productos en los cuales quieren invertir.

2) El otro elemento fundamental para asegurar procesos de comercialización armoniosos entre vendedores y compradores consiste en facilitar una adecuada programación de la siembra  en función a la demanda proyectada al momento de la cosecha. Esta planificación solo se podrá realizar si existen buenos niveles de organización tanto de los productores ofertantes como de los compradores, así como una adecuada articulación entre los actores. Son estos tipos de articulación que se busca fomentar a nivel de los Consejos Consultivos que impulsa el MAGAP.  Una adecuada planificación de la oferta en función de la demanda puede instrumentalizarse de diferentes formas:

La Agricultura por contrato donde los productores suscriben contratos de compra venta con los compradores especificando las condiciones de la venta a futuro (precio, calidad, cantidad, lugares de entrega, mecanismos de pagos, pre-financiamiento de la cosecha,  etc). En los países desarrollados estos mecanismos tienden a generalizarse para  productos de gran especificidad donde tanto la industria compradora como los productores especializados quieren garantizarse con anticipación de las condiciones de comercialización. Generalmente este mecanismo funciona muy bien cuando las partes se encuentran en situación de ganar/ganar. En caso de que una de las partes percibe que la repartición de las ganancias no es equitativa los acuerdos suscritos no serán sostenibles en el tiempo.

La organización de ruedas de negocios previo el inicio de la cosecha, donde el Estado puede imponer “reglas del juego”, que garantizan a los participantes transparencia y seriedad en los acuerdos suscritos entre las partes.

La implementación de sistema de “cobertura con mercados a futuro”, donde el vendedor puede fijar el precio de la venta de su cosecha con anticipación, en el momento donde considera que el precio del producto cubre sus expectativas en termino de cobertura de costo más la garantía de una utilidad aceptable.

3) El desarrollo de Planes de Mejora Competitiva (PMC) es una forma eficiente de planificar con anticipación  el desarrollo de una cadena en condiciones competitivas.  Gracias a la colaboración y articulación de los diferentes actores participantes, se pueden establecer medidas que permitirán adelantar la solución de problemas que a menudo se vienen acumulando desde hace mucho tiempo. Generalmente  las crisis de comercialización son el reflejo de la incapacidad de los actores involucrados en solucionar problemas de competitividad. Por ejemplo es el caso actual de las cadenas de lácteos y arroz, donde los productores con bajos niveles de productividad no logran ofrecer sus productos a precios competitivos a nivel internacional, impidiendo de esta forma entrar en procesos de exportación.

4) Finalmente consideramos que una forma eficaz de regular mercados que se caracterizan por una marcada oferta estacional  de productos perecibles (como son los casos de leche,  papa, frutas u hortalizas frescas) es el desarrollo de una industria que permite procesar los excedentes en “productos estoqueables” (leche en polvo, papa congelada, almidón, jugos, pulpa o conservas). La creación de la  empresa  “El Ordeño”, procesadora de leche en polvo, que fue impulsada por el gremio ganadero  “AGSO” (Asociación de Ganaderos de la Sierra y del Oriente) es un claro ejemplo del rol positivo que puede jugar una empresa procesadora para absorber los excedentes de producción en los momentos más críticos, y así evitar el derrumbamiento de los precios por problemas de sobre-producción estacionaria.

En conclusión planteamos que cualquier proyecto de fomento productivo debería  analizar desde un inicio los temas del mercado y las formas más eficientes de regularlos por la seguridad tanto de los productores como también de las industrias compradoras que  también requieren de situaciones de abastecimiento estables y seguras. La desregulación a ultranza de los mercados, ha hecho demasiado daño para que el Estado se niegue en intervenir en un tema tan sensible. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Foro Integración Agroproductividad 2020

La Ruta del Agro  abre espacios de encuentro para  presentar tendencias   productiva s , sociales, económicas y ambientales   de la región  ...